La historia reciente del jugador venezolano: cómo pasó del olvido a ser clave en el renovado tramo ganador.

César González es, para todo el mundo, el Maestrico. Para todo el mundo que respira fútbol, claro: nació en Venezuela hace 29 años y nunca fue, en realidad, una pieza más de la antigua Cenicienta sudamericana. Es un buen mediocampista. Habría que ser más precisos: es un muy buen jugador, al menos, para esta parte del mundo. Tuvo su epicentro de efímera gloria (en sentido figurado, porque la vuelta olímpica se corrió en Liniers) en el Huracán de Cappa, de galera y de bastón, durante la temporada 2008/2009. Había pasado antes por Colón. Y, tiempo después, por Gimnasia LP. Nunca repitió, en tierras criollas, ese ida y vuelta con juego valiente de aquellos fugaces tiempos de Parque Patricios. Debía salir, escapar de ese viejo y querible Palacio de una buena vez el Maestrico: de buenas tareas casi siempre en el seleccionado venezolano al ocaso doméstico. Cayó un día, sorpresivamente, en el gigante vencido. Estaba en River y nadie se daba cuenta: ni siquiera Matías Almeyda se había percatado. Hacía casi una temporada entera que estaba en el club de las glorias extraviadas y... nada. No estaba deprimido, ni resignado: casi no estaba, literalmente. Hasta cuentan que, antes de un súper de verano, le sugirieron que le iban a comprar el pase, para levantarle la moral que andaba por el piso y ni se inmutó. Una joya venezolana ausente.

Tanta era su presencia lejana, que el 29 de febrero pasado actuó en el ensayo amistoso contra España (un doloroso 0-5) y lo movilizaron a hacer un viaje chino para que no regresara a tiempo, ya que hacía falta pedir el polémico artículo 225 por Jonatan Maidana, un sugestivo referente de la última línea en un choque contra Quilmes. La AFA, al fin, hizo una bien: fue rechazado el intento. Ni en esa pudo ayudar el Maestrico a River. El venezolano seguía descubriendo, a la distancia, los escenarios de la B Nacional. Muy pocos minutos durante 2011, nada de nada en este año. Hasta el sábado que pasó. Huracán (su viejo y querido Globo) era una muralla para River. Iban 7 minutos del segundo tiempo y Almeyda lo miró fijo a los ojos: el cambio era por el Tano Vella. El cambio, en realidad, fue radical: fue la figura en el esforzado triunfo por 2-0.

En el partido más importante del año, contra Instituto, para los atrevidos, el Barcelona cordobés, Almeyda hizo uno de los tantos golpes de timón: afuera el pibe Ocampos, siempre titular, descubrimiento personal que se había desdibujado en los últimos partidos. El Maestrico viajó, entonces, a la izquierda: titular por primera vez. Y, la verdad, fue un bello espejismo de aquel, el del juego bonito de don Ángel Cappa. Jugó, corrió, luchó. Transpiró la camiseta. En la primera acción, envió el balón para un cabezazo letal de Trezeguet. Y fue parte de la jugada previa del gol, esa que derivó en un pase a Cavenaghi. Así, de pronto, saltó a la cancha. Así, de pronto, fue el mejor. Cuenta el venezolano: "Almeyda me devolvió la confianza y tengo que aprovecharla. En eso estoy".

Tiene esas cosas el fútbol: un deporte en el que puede pasar cualquier cosa. Que entre un jugador adormecido, apartado, desconocido. Y que vuelva a ser, de repente, el jugador más iluminado. El Maestrico juega en River. Ya es tiempo de que el universo futbolero tome nota.

7 Partidos tuvo como participación el venezolano en la campaña de River, aunque nunca fue titular, como anoche; jugó algunos minutos contra Huracán, Patronato, Central, Aldosivi, Merlo y Defensa y Justicia.

La voz del Maestrico

"Quiero aprovechar al máximo cada oportunidad que me da Matías (Almeyda). Me siento bien y quiero retribuir la confianza. Aprovechamos el respaldo que nos dio la gente"

"Estamos felices por lo que dimos. Justificamos la victoria, pero no hay que relajarse. Este triunfo, ante un gran equipo, nos da mucha confianza para enfrentar lo que viene"

"Había que ganar sea como sea. Y lo hicimos a base de ímpetu, garra, actitud y buen juego. Todo salió perfecto y estamos muy felices por lo que vivimos en la cancha"

"Merecimos los tres puntos, fue sufrido, pero también pudimos haber ganado por más goles. Me siento bien futbolísticamente. Ahora tengo que aprovechar este envión"

El Consejo de Honor de la Federación Venezolana de Fútbol hizo la revisión de las últimas actuaciones en las distintas canchas del país, para pasar a emitir sus resoluciones sobre suspensiones a jugadores y personal del cuerpo técnico, luego de la disputa de la jornada 13 del Torneo Clausura 2012 de primera división, temporada 2011-2012, Copa Movilnet.
Carlos Terán, presidente; Domingo Arias y Domingo González Yánez, miembros; y Amarilis Belisario, secretaria ejecutiva, decidieron de la forma siguiente basados en la normativa vigente para la materia:

-Wilker Ángel (Deportivo Táchira), 1 partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas
-Edixon Cuevas (Trujillanos FC), 1 partido de suspensión, por recibir doble amonestación en el mismo encuentro
-Jarol Herrera (Monagas SC), 1 partido de suspensión, por agredir a un jugador del equipo contrario en disputa del balón
-Rafael Acosta (Mineros de Guayana), 1 partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas
-Bladimir Morales (CD Lara), 1 partido de suspensión, por agredir a un jugador del equipo contrario en disputa del balón
-Gianfranco Di Julio (Yaracuyanos FC), 1 partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas
-Ángel Ojeda (Carabobo FC), 1 partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas
-Héctor Noguera (Zulia FC), 1 partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas
-Juvencio Betancourt (Asistente técnico Deportivo Anzoátegui), 2 partidos de suspensión, por protestar airada y ostensiblemente las decisiones arbitrales
-Javier García (Atlético El Vigía FC), 1 partido de suspensión, por recibir doble amonestación en el mismo encuentro
-Ányelo Rodríguez (Estudiantes de Mérida), 1 partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas
-Luiryi Erazo (Real Esppor Club), 1 partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas
Antonio Boada (Real Esppor Club), un partido de suspensión, por acumulación de cuatro tarjetas amarillas

El equipo filial del Victoria F.C. no se conforma con su histórica clasificación a la semifinal del Interregional Sub20 temporada 2011-2012. En esta nueva instancia los jóvenes victorianos ansían dejar en el camino al Atlético Venezuela, rival al cual ya enfrentaron los aragüeños en la primera ronda.

El partido de ida se jugará este domingo 22 de Abril a partir de las 2 y 30 de la tarde en el Polideportivo “El Trébol” de la ciudad de La Victoria. En la espera de este importante compromiso de semifinales los dirigidos por Jean Carlos Güell y Francisco Rodríguez continúan su ardua preparación para lograr clasificar a la Final. Los entrenadores y sus dirigidos tienen presente que todo lo logrado hasta ahora es trascendental pero ya pasaron la página y su firme propósito es lograr el campeonato.

En los partidos previos a la semifinal el Victoria FC Juvenil realizó un gran torneo y logró metas a las que se apuntaron en un principio. El cuerpo técnico aunado a la asesoría del profesor Roberto Molina alimentó al equipo con trabajo planificado, logrando así sortear las dificultades que se presentaron durante todo el periplo clasificatorio. Empresa lograda gracias a un cambio de mentalidad del jugador victoriano.

Estos novedosos trabajos inculcaron a los jugadores movimientos coordinados, orden táctico, equilibrio así como también enriquecimiento de los gestos técnicos como principal arma. Un argumento que se inició con el manejo de las líneas de presión al rival desde la zona ofensiva hasta la defensiva. Situación que reforzó distintos conceptos de juego, con hombres en la zona de volantes con desborde y capacidad de abrir el juego por las bandas como Ángel Tirado y Robert Ferray.

La presencia de futbolistas como Luis López y Degnys Rico, con velocidad y capacidad de desequilibrar al adversario, se hizo indispensable entre la oncena Victoriana, y más aún cuando al equipo se le dificultó la proyección por los costados y los centros precisos al área. Todo esto traducido en nuevas opciones de ataque, para evitar hacer del juego algo predecible para el contrario. Ante esta adición se implementaron acciones sorpresivas, inesperadas para el otro equipo dando excelentes resultados.

Otro referente del club, Edson Narváez, volante de marca que cumplió a cabalidad su función, con una excelente ida y vuelta, siempre apoyó el trabajo de los mediocampistas de ataque; trabajando con la conciencia de grupo, atento dar equilibrio en la primera línea de volantes y a apoyar al compañero de equipo que esté en situación de gran marcaje. Fue el alma de la primera línea de volantes de la oncena victoriana.

La línea defensiva fue otro sector consistente del joven equipo aragüeño durante toda la primera vuelta de la ronda clasificatoria, octavos y cuartos de final del Interregional. Los profesores Güell y Rodríguez prepararon una línea de cuatro adaptada inteligentemente con jugadores que cumplen sus funciones a cabalidad, y sus posibilidades en cada compromiso estuvieron basadas en el adecuado desempeño de la defensa. Jóvenes como el capitán Yoraco Moreno y Carlos Márquez, líderes defensivos de la escuadra, practicaron un fútbol armónico. Contemplando principios elementales de marca, sorteando dificultades en todos los compromisos, sin perder la sincronización, amplitud o profundidad defensiva.

Después de un puñado de actuaciones brillantes estas jóvenes promesas se ganaron la confianza de la población victoriana, superando con creces las expectativas que se pusieron en el club y ganándose el reconocimiento de conocidos entrenadores de talla regional. Ante tanta capacidad, estamos seguros de que los jóvenes de la Sub20 del Victoria F.C. sustentaran todas las esperanzas que genera su buen juego de conjunto. Hoy por hoy, el equipo ya comienza a considerarse como algo más que una revelación.

Esta suma de personalidad y cualidades representan al equipo: un crisol en épocas explosivo y del que perennemente surge un tesoro de elevados quilates futbolísticos.

El presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, Rafael Esquivel, precisó hoy que el próximo fogueo de la oncena Vinotinto, el careo ante la selección nacional de Moldavia, país del este europeo (parte de la antigua Unión Soviética o URSS), se realizará en el estadio Monumental de Maturín el 23 de mayo del año en curso.

Este cotejo se había anunciado días atrás como la antesala del reinicio del Premundial Sudamericano, justa oficial en la cual el elenco venezolano deberá rivalizar en sucesión contra Uruguay, el dos de junio en Montevideo, y ante Chile el nueve de junio en Puerto la Cruz.

“Puedo anunciar hoy con satisfacción que la Vinotinto volverá a jugar en el estadio Monumental de Maturín, en la fecha anteriormente acordada: 23 de mayo de este año”, detalló Rafael Esquivel.

El estadio Monumental, ubicado en la capital del estado Monagas al oriente del país, es la instalación de fútbol más grande de Venezuela, con una capacidad para 52.000 personas y fue sede de uno de los grupos de la Copa América Venezuela 2007.

Aún no se conoce la nómina venezolana para este encuentro contra los europeos, se estima que en los próximos días el seleccionador nacional venezolano César Farías haga el anuncio correspondiente.

Este año la Vinotinto ha realizado fogueos con los seleccionados de Estados Unidos, México y España sin fortuna, pero el equipo venezolano se ubica en competencias oficiales en el tercer puesto del Premundial Sudamericano rumbo al Mundial FIFA 2014, empatado en puntos con los conjuntos líderes de Uruguay y Argentina (siete unidades).

También, cabe destacar que la Vinotinto ocupó el cuarto puesto de la pasada Copa América Argentina 2011, justa regional tutelada por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).