Las escuelas formativas del profesor Rafael Prasca (La Victoria FC) y Alejandro Quintana (Atlético La Victoria) en conjunto con la comisión de fútbol del Polideportivo de La Victoria, tuvieron el agrado de organizar un intercambio futbolístico, en las categorías compotita (nacidos entre los años 2004-2006) y Baby (nacidos entre 2001-2003).
En una mañana llena de alegría, donde participaron más 50 niños de forma divertida y organizada, los más pequeños deleitaron a propios y extraños con todas sus habilidades. A partir de las 9 am se iniciaron las acciones, de manera simultánea.
En la categoría compotita, dirigida por la joven entrenadora Dismar López, los más pequeños empataron a 0 goles. Durante el compromiso destacó el joven defensor Gabriel Serrano, mostrando jerarquía desde la zona de centrales. Así mismo debutó Luís Alejandro Torres, jugando en la zona medular y demostrando buenas maneras a pesar de iniciarse en la práctica del balompié.
Los chicos de Prasca, de categoría Baby, en un juego de gran nivel y momentos de mucho vuelo futbolístico, ganaron al Atlético La Victoria por 4-1, resaltando una destacada actuación colectiva y oportuno virtuosismo individual cuando el juego lo ameritó. Los goles del equipo ganador fueron convertidos por los jóvenes Edward en una ocasión y Keiberson en tres oportunidades, la visita descontó a través de tiro desde el punto penal. Destacamos la actuación defensiva del jugador Manuel Serrano, que contribuyó en cortar muchos de los avances del equipo contrario.
Esta iniciativa balompédica denota mucha importancia, y cabe destacar que para la fecha el fútbol en Venezuela tiene sus orígenes desde hace 47 años. Hoy por hoy, podemos sentir un gran orgullo de tener en la zona central del país a personas emprendedoras, como los profesores Prasca y Quintana, que se motivaron a crear equipos infantiles en pro de formar a las jóvenes promesas que en un futuro podrían vestir la camiseta nacional.
Una Zona Central Aragueña llena de esperanzas y habida de triunfos está de su lado, viviendo una etapa donde el fútbol se juega en dos dimensiones; para lograr quedarnos en la dimensión de los profesionales sólo falta que la empresa privada apoye más este tipo de iniciativas. Esta sería la merecida cosecha después de tantos años germinando sueños y esperanzas color Vino Tinto.
